El museo está instalado en una vivienda de finales del siglo XIX, situada en la calle D. Eloy de Ceutí, cuyo propietario D. Tomás García Lorente, la había destinado a Fábrica de Conservas y domicilio particular.

La fachada de la casa consta de dos cuerpos en altura y divide claramente la zona de vivienda en la parte superior y la parte inferior destinada a lo que fue Fábrica de Conservas, con una entrada para la fruta, oficina, dos patios y diversas dependencias donde trabajaban en el manejo y elaboración de las conservas.

En la parte superior de la fachada, se pueden contemplar cuatro balcones, con su rejería original de otras tantas estancias de la casa familiar.

En el cuerpo inferior de la fachada presenta dos ventanas flanqueando una puerta que hacía de entrada a la casa familiar y subida al piso superior. En la fachada encontramos también una puerta más amplia, sobre la que está colocado todavía el cartel anunciador de la antigua Fábrica, utilizada para dar entrada de los transportes que traían fruta a los patios de la casa.

El interior del Museo de la Conserva Vegetal y las Costumbres es una gran obra de reconstrucción de la vivienda, y una original forma de distribuir el espacio en diferentes habitaciones pensadas para que acojan las salas del Museo.

La planta baja está dividida en nueve estancias que giran en torno a dos patios. A la planta superior o primer piso se llega a través de dos escaleras; una interior (ubicada en el mismo lugar que la original) y otra en uno de los patios. La planta superior está dividida en cinco grandes espacios y un gran balcón por el que se accede a la escalera que baja al patio.